Si algo ha caracterizado a Paul Delgadillo a lo largo de su carrera como árbitro central en el futbol mexicano, son sus decisiones que tal parece las hiciera con dolo, a favor o en contra de tal o cual equipo.

Aún se recuerda el gol fantasma que dio por bueno a Frankie Oviedo, mediocampista del América, en un duelo frente a los Pumas, en Ciudad Universitaria (CU).

Calaron. Ahora no únicamente fueron las decisiones, sino sus palabras las que calaron hondo en el nido de los Tecos de la UAG, particularmente en Héctor Elgabry Rangel.

"Nos quedamos muy inconformes de la manera en la que él se comportó con nosotros. Ya casi para concluir, en la media cancha me acerqué y le dije: “a qué hora se va a terminar el juego”, y me dijo: “esto se acaba hasta que yo quiera o hasta que anote Pachuca”, entonces son cosas como que no van".

Respecto al aumentar de tres a casi cuatro minutos el tiempo de reposición, lo que permitió que Pachuca alcanzara el gol de la victoria, es algo de lo que también Héctor está inconforme.

"El gol se da al minuto 93 con 40 segundos, creo que desde que hacen el tiro de esquina ya se había cumplido el tiempo y te debes atener a eso, si quieres dar más, pues dalos y te quitas de problema. Nos sacan el punto cuando el partido había concluido".

Concluye el mediocampista quien exige una especial atención a los nazarenos, pues en este tipo de acontecimientos el más perjudicado es el jugador al ser expulsado, mientras los árbitros sólo dejan de pitar un partido y retornan al otro con la misma manera de tratar al elemento.