Fácil pichoncito, Estudiantes pierde 4-1

El Rolfi fue el motor de la ofensiva. (Foto: Mexsport)

Lo que por 43 minutos parecía se iba a convertir en noche de brujas para el América por lo espantoso que jugaba y el susto de tener a Estudiantes como dominador de las acciones, poco a poco se convirtió en un festín en el que se devoró un platillo de pichón.

Con poco futbol, menos espectacularidad y nula consistencia, las Águilas simplemente ganaron 4-1 porque enfrente tuvieron al peor equipo del campeonato y era casi imposible que no sacaran el triunfo.

Lo increíble fue que el visitante impusiera condiciones con todas sus limitaciones, pues durante la mayor parte del primer tiempo manejó mejor el balón y propició que el anfitrión sólo tirara pelotazos al frente en busca de un error defensivo.

Menos mal que apareció Daniel Márquez para cambiar el rumbo con un cabezazo a dos minutos del final de la primera mitad, e inmediatamente después Vicente Sánchez puso las cosas en orden en cuanto al resultado Ya en el complemento Daniel Montenegro y de nuevo Márquez ampliaron la diferencia, y Mauro Cejas descontó para el honor de Estudiantes.

Lo mejor para el cuadro americanista es que llegó a 25 juegos sin perder en casa y que la victoria le permitió subirse al quinto lugar general y afianzarse en el subliderato del Grupo 2 con 24 puntos, y la próxima semana visitará al Atlante.

El equipo de la UAG se confirmó como el más débil de la Liga mexicana y con los cuatro que recibió hoy ya tiene 33 goles en contra, por eso es normal que esté en la última posición con 12 unidades y hundiéndose cada vez más en la Tabla de Porcentajes.

EL PARTIDO

Realmente sorprendió que Estudiantes jugara bien hasta cierto punto y que el América no fuera capaz de pasarle por encima y plasmar en la cancha la enorme distancia que existe entre planteles. Si bien este cuadro azulcrema va camino a la Liguilla, sus argumentos son tan frágiles que hasta puede ser dominado por el peor equipo del Torneo.

A fin de cuentas se impuso la lógica y el local consiguió los tres puntos que ya estaban prácticamente asegurados desde antes de jugar, pero sí quedó claro que con poco las Águilas van tomando vuelo hacia la Fiesta Grande.

Ante las bajas de Matías Vuoso y Rosinei Adolfo por suspensión, Manuel Lapuente modificó su alineación y regresó a Daniel Márquez como eje de ataque, mientras que puso al joven Diego Reyes como pareja de Pável Pardo en la contención.

El movimiento de Márquez le resultó bien al técnico porque fue el hombre que rompió el tedio del partido con un gol de cabeza al minuto 43, en un tiro de esquina cobrado por Miguel Layún.

Quizá lo del muchacho Reyes no pesó tanto, pero tampoco hizo mal su labor, aunque ya en la parte complementaria salió para que ingresara Israel Martínez.

Estudiantes no iba a ser un parámetro hacia arriba para el América, pero sí lo fue hacia abajo porque ante un oponente tan débil tenía que haber dado otro tipo de exhibición más convincente.

Luego del tanto de Márquez, el uruguayo Vicente Sánchez definió de zurda la mejor jugada americanista en todo el cotejo justo antes de irse al descanso, y en ese momento el local sentenció el triunfo.

Para entonces el mediocampista de la UAG, Ramón Morales, ya había abandonado la cancha debido a una lesión en el brazo derecho cuando todo su peso cayó sobre esa extremidad.

El complemento sólo fue la confirmación de la victoria de las Águilas y la extensión de su racha a 25 encuentros sin perder en el Estadio Azteca. Daniel Montenegro de tiro libre y nuevamente Daniel Márquez de cabeza, redondearon la goleada a los 48’ y 85’.

Estudiantes quiso meter las manos y en ese desplante de orgullo consiguió un gol, por medio de Mauro Cejas al minuto 54, para ponerle número a su cuenta y hacer menos estrepitosa su caída.

EL ARBITRAJE

Jorge Eduardo Gasso tuvo una tarde tranquila en buena parte porque los jugadores no cayeron en el juego rudo y por eso es que no hubo tantas interrupciones y el silbante nada más mostró dos amarillas para Estudiantes y una para el América.

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