Sus quince expulsiones a lo largo de su carrera, hacen de Juan Carlos Leaño uno de los futbolistas más castigados en el balompié mexicano. Pero, ¿realmente el Cheto es un jugador agresivo?, o ¿simplemente sus tarjetas rojas se derivan de la persecución que existe hacia Estudiantes y hacia su persona?

Para nadie es un secreto que tanto el presidente de Tecos como su capitán, son de las personas en el medio futbolístico que más han expresado su molestia sobre cómo se manejan en la Comisión de Arbitraje, la cual actualmente preside el señor Aarón Padilla. Hay silbantes, que así como traen entre ceja y ceja al club emplumado, hay otros que traen en la mira a Juan Carlos Leaño, y esta situación se refleja partido a partido, cada vez que coinciden dentro del terreno de juego.

Germán Arredondo, Armando Archundia, Marco Rodríguez y Paul Delgadillo, son los árbitros con los que el Cheto ha tenido mayores problemas, pues los tres primeros lo han echado un par de veces, y en el caso del último silbante, Delgadillo Haro, ha tenido más de un partido polémico tanto con Leaño como con el equipo en general.

En los casos más recientes, Chiquimarco, en el último encuentro que le pitó a Estudiantes, que fue en la jornada 6 del actual campeonato, ante Morelia, amenazó y advirtió al central zapopano que lo echaría a la menor provocación, y lo cumplió. Primero lo amonestó de forma rigorista, apenas al minuto 6, dejándolo en desventaja el resto de los noventa minutos. Al 83, ya con cartón preventivo, en una aparatosa falta lo echó, y al final, Morelia con uno más, empató el partido. Un torneo antes, en el estadio Jalisco, ante Chivas, Paul Delgadillo expulsó al Cheto cuando el partido ya había concluido, por una supuesta reclamación del jugador.

Al final de ese juego, Leaño sacó a la luz pública detalles de la vida personal del silbante, asegurando que por un problema fuera de las canchas con un jugador de Tecos, era la razón por la que Delgadillo siempre trataba de perjudicar al equipo de Estudiantes.